miércoles, 5 de mayo de 2010

El autoerotismo

La idea de esta obra es contener el erotismo oriental estereotipado por los occidentales en una estancia, demostrando que el erotismo es totalmente subjetivo. Para esto realizaré una instalación. Jugarán casi todos los sentidos, la vista, el tacto, el oído y el olfato, ya que lo erótico se puede experimentar por cualquiera de ellos, incluso por todos a la vez.

En una estancia oscura, con iluminación semejante a la de las velas, colgaré una serie de telas blancas contrastando con la oscuridad de la sala, colocadas siguiendo los movimientos orgánicos de los pasos principales de ésta danza, moviéndose con un ventilador. Además irán acompañadas de esencias aromáticas para ayudar a crear ambiente.
El espectador caminará entre las telas, y al ir esquivándolas y apartándolas, en cierto modo también reproducirá esos movimientos ondulantes como si feuse un bailarín.
El sonido de ambiente, será la propia respiración grabada, de una bailarina realizando está danza. Empezará más calmado e ira aumentando en intensidad en la medida en que se sofoque por el esfuerzo. Esta respiración será interpretada por cada uno, está relacionada con lo erótico que puede resultar el aliento de la pareja.
De este modo el espectador que entre en la estancia puede encontrar el deseo erótico, experimentando el tacto de las telas, ayudado por el perfume, el sonido, la leve brisa y la iluminación. Moviéndose al compás de la danza del vientre, de la respiración de la bailarina. Confirmando mi teoría de lo subjetivo del erotismo, creado en cierto modo por la sociedad.
Estas son un par de fotos de la maqueta, en las que se enteidne la disposición de las telas:






Proyecto 03, Erotismo.

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