sábado, 29 de mayo de 2010

Insensibilización por repetición


La búsqueda de la felicidad está supeditada a las emociones, y ese control que se nos escapa de las manos se ve en manos del mundo que nos rodea. Se nos bombardea con imágenes y sentimientos terribles y al instante siguiente, esa horrible sensación desaparece de nuestras mentes. Ya sea por la tendencia de los medios a la banalidad absoluta, o por la desproblematización del mundo que se crea en nuestras mentes, logramos, gracias a la costumbre, continuar nuestras vidas y superar, en mayor o menor medida, los obstáculos que el dolor nos plantea.

¿Por qué unas personas son más sensibles que otras?, ¿a qué se debe que a mí algo me cause un sentimiento concreto, mientras que el que está a mi lado, viendo, lo mismo siente otra cosa diferente?. La fuerza de la costumbre hace que lo que vemos como extraordinario pase a ser, con el tiempo, mundano e insignificante. La normalización de la tragedia es un proceso por el que todos y cada uno acabaremos pasando.



















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