jueves, 6 de mayo de 2010

El postmodernismo. Juan Muñoz

Hay problemas para definir el postmodernismo. Resumiendo mucho se podría considerar un fenómeno estético, cultural e intelectual, que abarca un conjunto de estilos en las artes plásticas y estéticas.

Me centro en uno de los artistas clave del postmodernismo español: Juan Muñoz.
Fue uno de los artistas contemporáneos de mayor productividad e interés en el panorama español. Destaca por su obra escultórica, rompiendo con la escultura tradicional española por medio de instalaciones en las que el público puede interactuar. En su cuaderno de artista hay referencias a muchas fuentes literarias, mitológicas, filosóficas, musicales, cinematográficas, poéticas, teatrales…historia de la magia, ilusionismo… Éste gran conocimiento se refleja en la variedad de sus obras, esculturas de distintos materiales, instalaciones, dibujos, reportajes fotográficos sobre performance, escenas para la cámara, piezas sonoras, escribió ensayos… y en alguna ocasión actuó de comisario de exposiciones a principio de los 80. Se le define como humanista contemporáneo.

Lleva a la práctica una frase suya con la que personalmente me identifico:
“lo importante es que cada generación aprende de la anterior. Ahora bien, lo que aprendes puede que no sea lo que te han enseñado.”

Él estaba más interesado en  la sensación que producía el espacio en el espectador que en representarlo arquitectónicamente. En unod e sus escritos define la escultura tal y como él la concibe:
“La escultura es espacio por negación. Al aparecer en el espacio hábil, se apodera de los poderes que ya existían allí y los conjuga.
La escultura moderna quiere ser espacio irreconocible por cotidiano. Al habilitarlo le da su careta y por analogía nos convierte en testigos de su rostro –mirada- cáscara de silencio en espera de martillo.
Mientras la escultura clásica y renacentista podía, tropezando, caer monte abajo y aún conservar su integridad física, la escultura reciente aspira a ser tirada boca abajo y caer de pie al llegar al suelo.
Al retorcer el espacio que ocupa, la escultura exprime en toda su extensión, desde los bordes al centro, una sábana que se agitará en el aire antes de depositarse sobre la mesa –suelo-.
Ciertas esculturas, las mejores, al ir depositándose, toman la forma de una campana.
Frente a la escultura no hay descanso. Para entender sus temblores o rabias, hay que obedecer a su señal de atención. Sentirla habitando el signo de su interrogante.”

Aquí abajo se peuden ver algunas fotografías de es su última obra, expuesta cuadno él fallece. Double mind. En ella se ve perfectamente el juego con el espacio que Juan Muñoz plantea:










Proyecto 05, El psotmodernismo. Juan Muñoz.

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