Un objeto cotidiano, como es una bombilla, puede convertirse en una pieza de arte, bien por medio de la casualidad, como el caso de la primera bombilla que al fundirse generó ese bello dibujo, o bien por medio de la manipulación, como el caso de las otras dos bombillas, que encierran o protegen al indefenso soldado y la saturación del color rojo.
domingo, 14 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Genial la imagen del soldado¡
ResponderEliminar